4/10/2006

21 gramos

Aún somos pocos en mi nueva empresa, aunque como en todas esperamos crecer de forma rápida, sana y sostenida.

La estructura accionarial es bastante simple, pues existe un dueño mayoritario y pequeñas participaciones de otras empresas.

Al dueño le veo cada día pero aún no le conozco, en el sentido de haber participado con él en alguna tarea, sin embargo, por lo que se comenta, una de las condiciones de selección que ha puesto es que los nuevos trabajadores sean "buena gente".

Desde luego no es una condición muy objetiva, pero al menos denota una preocupación muy estimable. Por otro lado en un mundo laboral en el que todo se intenta medir y pesar (esos famosos 21 gramos que, según dice, perdemos al morir), volver a colocar a las personas en su lugar, esto es, en el de intangibles es todo un reto.

En lo que respecta a mi, estoy dentro, lo que supone que, como mínimo, aparento ser buena persona.

Y ojala fuera eso lo peor que pudieran decir de mi.

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