Hoy mi jefe ha tenido un detalle que me ha gustado.
Resulta que una de las personas de los equipos tiene problemas médicos, ha estado de baja por depresión y tiene recaídas de vez en cuando. Cuando le suceden estas recaídas, no puede ni atender el teléfono y ese es uno de los requisitos imprescindibles de su puesto.
En contra del pensamiento de su superior, mi jefe ha decidido mantener a esa persona y en cierta forma, "velar" por su bienestar.
Me ha llamado la atención el mimo con el que ha tratado el tema. Creo que lo mejor que se puede decir, es que si yo tuviera el problema, me gustaría que me trataran así.
Por una vez, el factor humano ha quedado por encima del factor empresarial. Me ha reconciliado de nuevo la clase gerencial.
Personalmente, ese detalle me anima a trabajar, me hace confiar en la persona para la que trabajo.
Si al final, no hay gurus ni management ni leches, el secreto es hacerse merecedor del respeto de las personas con las que trabajas.
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2 comments:
Aplausos para tu jefe. ¡No, si al final vamos a recuperar la esperanza!
Y de verdad conseguiremos cambiar el mundo. Primero las empresas te pagaban por tus manos, despues por tu cerebro. Ahora para conseguir el respeto integral, sólo falta que también se den cuenta de que tenemos sentimientos y emociones. Tu jefe lo sabe.
Y mientras tanto lo habrá apuntado en la lista negra para cuando tenga que elegir personas a las que despedir...
Bueeeenoooo...quizá es buena persona.
En un ERE, despidieron a un amigo por estar 6 meses de baja por depresión. Lógicamente no le dijeron que era por eso, pero había demasiadas casualidades...
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