Fe eterna

Como ya comenté con anterioridad, me he enrolado en una aventura que espero que llegue a buen puerto.

Se trata de un proyecto muy interesante, que, si todo va bien, puede suponer un cambio importante en toda una industria millonaria.

Los colaboradores de esta compañía provienen en su mayoría de una empresa anterior en la que su nivel de responsabilidad estaba un escalón por debajo del que ahora tienen. Y eso se nota.

Las cosas se hacen pero no se comunican, con lo que es fácil ver a más de una persona o equipo, trabajando en paralelo. Dado que nuestro nivel de recursos no es muy elevado, no estamos como para derrochar tiempo y dinero.

Por otro lado, lo que es la gestión de la empresa (por diferenciarla del “negocio”) no es de lo mejor, más bien es de un nivel amateur. La gente conoce mucho el “negocio”, esto es, el producto/servicio a realizar, pero desconoce como se gestiona el día a día, esto es, gestión económica, recursos humanos, etc.

¿Cuál es el resultado?. Pues lo que ha ocurrido es que al final esto está afectando a algo tan sagrado como es la nómina de los empleados. De 3 meses que llevo aquí, he cobrado puntualmente en 1. Y bueno ¿qué puedo decir?. Puedo tener una fe infinita en el Proyecto, pero de lo que no ando muy sobrado es de paciencia.

Algún día os comentaré el conjunto de bonitas excusas que se han presentado, junto con el bonito conjunto de rumores desatados.