Mejoramos

En esta época de crisis, no todo es gris.

Empiezo a ver personas a mi alrededor que encuentran trabajos más que buenos, trabajos excelentes diría.

Ya ni me acuerdo de cuando fue mi última entrada, pero creo que no había buen ambiente a mí alrededor. Ahora hay el mismo ambiente, pero he sido yo el que ha cambiado: Las cosas me afectan menos y lucho contra la gente tóxica con la que me cruzo.

No sé quién dijo la frase, pero es cierto que los demás sólo te pueden hacer daño si tú mismo les dejas y eso es lo que he aprendido. No es fácil pero es así. Es una verdad ineludible.

¡Cómo está la cosa!

Trabajo en una gran "fábrica" de SW, pertenece a una empresa de reconocida solvencia y así va a seguir siendo.

Ahora se dedican a despedir por teléfono mientras disfrutas de tus vacaciones navideñas...

¡Qué grandes momentos nos esperan!

Si lo se no vengo

Muchos meses después de haber publicado mi última entrada, vuelvo a la escena blogosférica.

En ese tiempo tuve un heredero más, fui contratado por una gran multinacional española, para ser despachado junto con otro grupo de compañeros, tres años después.
Expulsado al frío exterior de la cola del paro, y tres meses después reincorporado al mercado laboral.

Entre medias he sido testigo de un deterioro cada vez más acusado de las condiciones de trabajo. Y no me refiero sólo a sueldos y horarios, sino a las cada vez más frecuentes broncas inoportunas, gritos desaforados e insultos personales.

Hasta ahora nunca me había pasado algo así, podía contar las reuniones o situaciones desagradables con los dedos de una mano y aún me sobraban. Sin embargo últimamente es lo habitual. Y no hablo de que esté provocado por errores que hagan a la empresa perder cientos de millones, ni siquiera de errores, hablo de formas diferentes de hacer las cosas e igual de válidas que las que puede hacer el bípedo que está al otro lado de la mesa.

¿Debo soportar insultos? ¿debo soportar faltas de respeto?. A día de hoy mi hipoteca vale más que el respeto que me tengo y afuera todavía no hay un rayo de sol que caliente el ambiente.

Pero, que curioso, no es eso lo que más me preocupa. Más adelante ya os contaré que me ronda por la cabeza y me duele por dentro.

Intereses

Este blog nunca ha pretendido ser un diario de mi vida (laboral al menos), pero al final es más o menos el efecto que consigues.

Releyendo lo que uno ha escrito es capaz de darse cuenta de la escasa importancia de los sucesos que ha recogido, que si el cliente tal, que si el compañero cual. En su momento lo tuvieron, si. Pero vistos en perspectiva se desenfocan y, a la vez, va tomando relieve lo que realmente importa.

Si de algo me arrepentiré cuando pase al otro barrio, será probablemente el de no haber tenido valor para atreverme a que todos los días tengan valor.

Mi vida sería mejor si...

• No fumara
• Pesara menos
• Mi trabajo fuera lo que quiero hacer
• Tener lo justo fuese suficiente
• Supiera que es lunes sólo si miro el calendario
• Mi hija pasara más tiempo conmigo que en la guardería
• Me bañara en vez de ducharme
• Mi vida no empezara a las 7 de la tarde

Educación

Nuevo empresa, nuevo sector, nuevo cliente.

Despues de algunos años en esto de la consultoría he advertido (que no aprendido) que el resultado de tu trabajo sólo depende de lo contento que quede tu cliente y que, además, lo contento que quede tu cliente no tiene porque tener relación directa con la calidad de los entregables.

Esto hace que tenga lo que yo entiendo que es orientación al cliente, aunque se admiten opiniones.

Por muy complicadas que se pongan las cosas, intento ver al cliente como un tipo con objetivos comunes a los mios. En ocasiones esto me resulta francamente difícil y el Proyecto actual es una de esas ocasiones.

Mi cliente no acaba de comprender que yo no estoy para hacer su trabajo, que mi agenda es mia y prefiero conservar el control sobre ella. Me estoy hartando un poco de todo esto.

Por circunstancias, tanto mi cliente como yo hemos cogido el Proyecto ya comenzado y entiendo que le tiemblen las canillas,al fin y al cabo está dejando en mis manos su retrato frente a su organización. Pero no por llamarme 700 veces las cosas van a estar antes, no por "amenazarme" voy a hacer las cosas mejor.

Quizas no he educado a mi cliente como debiera, quizas es que es un tío pesado por naturaleza, quizas es que tengo poca paciencia. No lo sé.

Por si hay alguien hay fuera ¿Qué métodos habéis usado para educar a vuestro cliente?. Puede que ya no me valgan para este Proyecto, pero es un cliente con el que volveré a trabajar y no quiero crear malos hábitos

No estoy muerto

No rompáis la hucha, si alguno os ha llamado pidiendo dinero para mi corona, que os lo devuelva.
No estoy muerto y amenazo con seguir escribiendo.